Creemos que la única verdadera base del compañerismo cristiano es Su amor (ágape), que es mayor que cualquier diferencia que poseemos y sin el cual no tenemos derecho a llamarnos nosotros mismos cristianos.
Creemos que la adoración a Dios debe ser espiritual. Seguimos siendo flexibles y rendidos a la dirección del Espíritu Santo para dirigir nuestra adoración.
Creemos que la adoración a Dios debe ser inspiradora. Le damos un gran lugar a la música en nuestra adoración.
Creemos que la adoración a Dios debe ser inteligente. Nuestros servicios están diseñados con gran énfasis en la enseñanza de la palabra de Dios, por medio de la cual puede instruirnos cómo él podría ser adorado.
Creemos que la adoración a Dios es fructífera. Buscamos su amor en nuestras vidas como la manifestación Suprema de que en verdad hemos estado adorándole.
Creemos que hay un solo Dios vivo y verdadero, que existe eternamente en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, iguales en poder y gloria; que este Dios único y Trino creo todo, sostiene todo y gobierna todo.
Creemos que todas las escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son la palabra de Dios, totalmente inspirada, sin error en los manuscritos originales y la regla infalible de Fe y práctica.
Creemos en Dios el padre, como infinito, espíritu personal, perfecto en santidad, sabiduría, poder y amor; que se involucra misericordiosamente en los asuntos de los hombres; que escucha y contesta las oraciones, y que salva del pecado y la muerte a todos los que vienen a él a través de Jesucristo.
Nosotros creemos en Jesucristo, hijo unigénito de Dios, concebido por el Espíritu Santo. Creemos en su nacimiento virginal, vida sin pecado, milagros y enseñanzas, su muerte expiatoria sustitutiva; resurrección corporal, ascensión al cielo; intercesión perpetuo de su pueblo; y su personal y visible retorno a la tierra. Creemos que es el uno y uno mismo con Dios el Padre.
Creemos en el Espíritu Santo, que salió del Padre e Hijo, para convencer al mundo de pecado, justicia y juicio. Y para regenerar, santificar y dar poder en el Ministerio de todos aquellos que creen en Cristo; Creemos que el Espíritu Santo mora en cada creyente en Jesucristo y que es un ayudante perdurable, maestro y guía. Creemos en el Ministerio presente del Espíritu Santo, como se refleja a través del fruto de ese mismo espíritu y en el ejercicio de todos los dones bíblicos del espíritu como se refleja a través del fruto de ese mismo espíritu.
Nosotros creemos que todos somos pecadores por naturaleza y elección y por lo tanto, estamos bajo condenación; Creemos que Dios nos regenera, por el Espíritu Santo, a aquellos que se arrepienten de sus pecados y confiesan a Jesucristo como señor; Creemos que Jesucristo bautiza al creyente que lo busca con el Espíritu Santo y le da el poder para el servicio, ya sea en el momento de o con posterioridad a la regeneración.
Creemos en la Iglesia universal, el cuerpo espiritual, del cual Cristo es la cabeza y todas las personas regeneradas son miembros.
Creemos que el Señor Jesucristo dió dos mandatos a la iglesia: 1) bautismo y 2) la cena del Señor. Creemos en el bautismo por inmersión y comunión abiertas a todos los creyentes.
Creemos en el bautismo del Espíritu Santo, el espíritu de Poder para el ministerio, con posterioridad a o simultáneamente al recibir el espíritu para la salvación.
Creemos en la imposición de manos para el envío de los pastores y misioneros y en conjunción con la unción de aceite por los ancianos para la curación de los enfermos.
Creemos en el personal y visible retorno de Cristo a la tierra y el establecimiento de su Reino; en la resurrección del cuerpo; el juicio final y la bendición eterna para los justos y un sin fin de sufrimiento para los impíos.
Creemos en lo que se denomina el credo de los apóstoles como encarnando hechos fundamentales de la fe cristiana.